Ayúdanos a hacer periodismo independiente

Por favor, desactiva Ad-block

Trabajamos duro para brindarte contenido gratuito y de calidad. Mostrarte publicidad es la única forma de monetizarlo y seguir creando.

Estás aquí
Página principal > Destacada >

El Noise y la Performance: Reseña del disco debut de THE PINK HOUSE

Con muchas ansias de hacer algo nuevo, THE PINK HOUSE sale a escena. Por supuesto, el término “nuevo” siempre es relativo, pero en este caso se aplica como algo que busca ser “shockeante”, electrónico, con varios arreglos de estudio y con guiños a la cultura under bizarra y grotesca. Su álbum debut, de título homónimo, hace referencia a una vulva, la cual puede verse en la tapa del disco con colores saturados, un préambulo ante la enfermedad techno que estaremos a punto de presenciar.

De alguna manera, estamos frente a un supergrupo de sintetizadores, con Marcelo Pocavida en la voz, una leyenda del Punk argentino, mientras que los demás integrantes organizan sus tareas en base a frecuencias: Anton Ignorant, ícono del vanguardismo barcelonés, se encarga de los ruidos y las frecuencias medias y altas, Mauricio Tomasetti  también está en las frecuencias medias y altas, pero le agrega los coros, mientras que la figura del under de Argentina, Hernán Chinaski, está en las bases, bajos, frecuencias bajas y coros, además de realizar los videos del grupo, que en vivo se presentan como un espectáculo audiovisual.

La furia minimalista comienza con “American Way”, una muestra de la globalización y el modo de vida norteamericano que engendra pasión por las armas, solo que en la versión argentina, o sudamericana, se traduce a la preparación del armamento en modestos talleres. Un denominador común de todo el trabajo musical es la facilidad y soltura con la que pueden crear climas tétricos en base a sintetizadores y bases minuciosamente trabajadas, a las cuales, por supuesto, se les agrega el talento de Pocavida para interpretar cada una de las obras. “CRASH!”, refiriéndose a la película homónima, explora el sadismo parafílico que constituye excitarse con accidentes automovilísticos. “Salpicando el tablero con mi semen”, dice Pocavida, expresando de manera gráfica a la parafilia en el automóvil.

No todo es tan siniestro, más aún considerando la simpatía que el grupo tiene para jugar con el Techno orientado al baile aunque, claro está, con cierto cinismo. Allí están “Terapia de Grieta” y la genial “INADI”, dos muestras de cómo combinar humor y eficiencia musical. También podría decirse lo mismo de la minimalista “Tu Ideología”, mientras que la siniestra “El Derecho de Matar” se parece a una performance que interpreta la conciencia de un asesino serial.

THE PINK HOUSE aparece como una propuesta fresca, sin tabúes, con lo necesario para hacerse un proyecto de culto. La constancia y el trabajo seguramente les depararán un buen futuro.

Facundo Guadagno
Redactor en Rocktambulos
Antropólogo. Politólogo. Escritor.
Facundo Guadagno on FacebookFacundo Guadagno on Instagram
Con muchas ansias de hacer algo nuevo, THE PINK HOUSE sale a escena. Por supuesto, el término "nuevo" siempre es relativo, pero en este caso se aplica como algo que busca ser "shockeante", electrónico, con varios arreglos de estudio y con guiños a la cultura under bizarra y grotesca. Su…

ASÍ SUENA

Puntaje Final

TOTAL

Recomendados: "American Way", "CRASH!", "INADI"

User Rating: 5 ( 1 votes)

¿Qué opinas? ¡Queremos saber tu opinión!