Prendiéndose Fuego: NUM Presentó “Lo Que Sangra” en el Roxy #AsíFue

La escena argentina de Heavy Metal se caracteriza por su heterogeneidad y, también, por una variedad de grupos que más allá de su talento parece que, por una condición ajena a ellos, estarán bastante dispersos en términos de legitimidad simbólica, es decir, lejos de ser reconocidos fácilmente por el imaginario metálico, ni hablar ya del Rock Argentino en general. Pero con la emergencia de conectividades virtuales más avanzadas y la creación de innovadores medios musicales, los grupos encuentran nuevos espacios para poder difundir su arte. Dentro de esas nuevas propuestas está NUM, un quinteto que ya tiene tres discos en su haber, suma adeptos a su arte y decidió presentar su tercer obra, Lo Que Sangra (2017), nada más ni nada menos que en The Roxy Live, el mítico local de Palermo.

A las 21:20 hs, luego de una excelente musicalización a fuerza de clásicos del Metal, con gran calidad sonora ya que provenían de vinilos y no de vaya a saber qué rápida compresión de bitrates, los presentes dentro del recinto ya se preparaban para poder apreciar el nuevo arte metálico. El comienzo con “Antimaterial” fue característico de NUM: rápido, imprevisto y con ritmos que parecen a contratiempo, con un sonido que, sin exagerar, era realmente pesado y grave, con énfasis en la dupla que configuran Juani de Abreu (bajo) – con sus cuatro cuerdas destacadas en la mezcla – y Lucho Guglielmo (batería).

Esto es coherente con la elección de “Me Prendo Fuego”, canción que respresenta el estado emocional del grupo en ese momento, realmente consustanciados con su impronta, centrados en la ejecución de su música, cuando decidieron volver al primer álbum, su disco homónimo del 2014, con “Dios es Mujer”. A todo esto, el público acompañaba de dos maneras: observando con una postura que parecía analítica, y por otra descontrolándose con una ubicación precisa, adelante y al centro.

Siguiendo la arremetida sonora, las guitarras de Julián Iturrieta y Gonzalo Varela se caracterizan por manejar estructuras compositivas realmente extrañas, con un ritmo intrincado que ellos mismos caracterizan como propio del estallido post-PANTERA: está el groove y el sonido, pero el ritmo es más fluctuante. La voz de Nacho Álvarez también sigue la línea de los texanos, más precisamente de Phil Anselmo, claro está, no solo en el tono sino en cuando tiene que aplicar gritos y el canto más limpio.

No obstante, esto no es una imitación, solo una influencia, Álvarez le otorga su propia impronta a las canciones. Aunque, en líneas generales, es realmente llamativo que una banda tenga un estilo propio tan definido y funcione de manera tan coherente, no solo en la complicada mezcla de audio que de no ser fiel tergiversaría la propuesta, sino en el concepto de música que quieren hacer y cómo llevarlo a cabo, sin caer en los clichés de repetición en serie como abundan en un mercado de Heavy Metal ya saturado, incluso esto se mantiene interesante si alguien se suma al sistema, como fue el caso de Sergio Fuster, cantante de LO BRUTO, en “1/8”.

Uno de los puntos altos de la noche fue el medley de Painkiller (1990), el disco clásico de JUDAS PRIEST, situación que exiguió a la banda para poder estar a la altura de uno de los grupos históricos más importantes de Metal, eligiendo una de las obras más destacadas del conjunto inglés. Notablemente, NUM pudo rendir este tributo con creces haciendo un medley entre “A Touch of Evil”, “Nightcrawler” y “All Guns Blazing”.

El final sería con “Ruido Blanco” y “Mío”, concluyendo así una noche íntima en un punto alto, creando una velada particular, con un sonido a la altura de una banda internacional. Nuevamente, la escena argentina de Heavy Metal ve a un grupo que emerge de manera gloriosa. Estará en la historia ver cómo esto termina.

Facundo Guadagno