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Maximus Igne: El MAXIMUS tomó Argentina y RAMMSTEIN lo encendió en llamas

El MAXIMUS FESTIVAL en el antiguo parque de la ciudad de Villa Soldati era una gran apuesta hacia lo que ha sido en los últimos años la globalización del festival de Rock, al menos en su concepto. No es casualidad que se haya llevado a cabo a campo abierto en un lugar imponentemente llamado Ciudad del Rock. Tres escenarios, puestos de comida ubicados en los extremos izquierdo y derecho del predio – el “Gastown”, primero en la lista, ofrecía el menú más variado -, un patio cervecero llamado “Beer Garden”, un “Sector 26”, si, una zona inspirada en MAD MAX conformada básicamente por automóviles antiguos restaurados, choppers y artículos relacionados, y para culminar un narcisista “Maximus Tótem”: un ominoso trono al mejor estilo “Game Of Thrones” donde los asistentes podían sacarse la simbólica foto que confirme el “yo estuve ahí”.

Izq: Entrada al sector de comidas Gastown / Der: Entrada al sector de cervezas Beer Garden
Izq: Entrada al sector de comidas Gastown / Der: Entrada al sector de cervezas Beer Garden

Era un alivio entrar derecho por Avenida de la Cruz y encontrarse un puesto de bebidas, gratuitas, donde el agua era servida en vasos de plásticos para no complicar la salud del público. A esta hora, aproximadamente la una de la tarde, el predio ya contaba con una cantidad importante de concurrentes. Curioso si uno considera la lejanía de Ciudad del Rock para la mayoría, el calor y la oferta de bandas que iniciaban el festival, muy lejos de los nombres que cerrarían la jornada. La situación ya era óptima para que la “fiesta del Rock se lleve a cabo”. El Maximus era una apuesta hacia la vanguardia de los eventos de Rock y, como tal, prometía demasiado. Después de todo, términos espectaculares demandan eventos espectaculares. Veamos qué ocurrió en el Maximus Festival:

maximusfestivalbsas06Los locales ARSENICA fueron los responsables de cortar la cinta de esta primera edición del MAXIMUS FESTIVAL en suelo Argentino. Con una asistencia leve pero significativa, tuvieron la desventaja de tocar cuando todavía no llegaba la mayoría, pero la ventaja de presentarse en un horario donde no había nadie más en otra tarima, por lo que todo el que iba ingresando desde las 12:30 del mediodía se sentía inmediatamente atraído por la pequeña carpa de la que salían sonidos de buen hard rock: El Thunder Dome. El escenario alternativo estaba estratégicamente ubicado en uno de los dos ingresos al parque, por lo tanto fueron muchos los que se detuvieron a “ver qué pasaba ahí dentro”, aunque solo fuera por unos minutos.

El Rockatansky Stage se inauguró con la banda más curiosa de todo el cartel: STEVE’N’SEAGULLS, una particular agrupación finlandesa que se hizo famosa a través de youtube gracias a sus versiones folk de grandes clásicos del rock y el metal. El éxito ha sido tal que hoy en día venden discos y giran por el mundo para recibir ovaciones como la que les dio el público argentino esa tarde del sábado. Si bien tuvieron algunos problemas de sonido al inicio (algo lamentablemente normal con las primeras bandas de cualquier show), supieron sortear las dificultades y con sus versiones de “Paradise City”, “The Trooper”, “Seek & Destroy” y “Thunderstruck”, entre otras,  se ganaron a los asistentes que llegaron desde temprano a esta máxima fiesta. A las 14 hs en punto se despidieron los de la polka y de inmediato comenzó a sonar la pista en el Maximus Stage. Ya HOLLYWOOD UNDEAD estaba sobre “el escenario principal”.

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Vista de los escenarios desde el Thunder Dome. Al fondo resalta el Rockatansky Stage

Directo para Instagram y los highlights de red social, también conocidos como los “momentos destacados” de la fiesta – una estrategia hecha ya un cliché dentro del mundo virtual – está la presentación de HOLLYWOOD UNDEAD. El calor de la tarde sofocaba pero bueno, a gozar y a copar las vallas… ah, ¿vos también querías ir adelante y casi te ensordecen los bajos? Tranquilo, no estás solo: muchas personas caminaban aturdidas por esa zona con los dedos dentro de los oídos como si hubiese explotado una bomba atómica. Más atrás todo estaba en orden. Demasiada presencia de los bajos al frente, pero es el precio que se paga por querer estar en primera fila. Sorteado este obstáculo, se podía apreciar que se era testigo de un show demoledor donde pasaban mazazos como “Undead” o “War Child”, dos causas para que el escenario Maximus se convertiera en una fiesta, y una electrónica, cuestión que hizo que los más puristas miraran con recelo. Hay para todo.

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El sector 26, ambientado en la película Mad Max, mostraba motos y autos de colección

Mientras aumentaba la temperatura se armó el masoquismo con “Day of The Dead” y “Everywhere I Go”, ya que éstas composiciones saltarinas invitaban a la locura general, razón por la cual se llenó con tanta velocidad el puesto de agua que se encontraba a unos metros de la entrada. ¡Qué sonido! Es increíble la soltura con la que estos chicos hacen su trabajo. ¡Qué voces! Prístinas, afinadas, claras… y ¿Alguien más notó que al menos 4 de los 5 vocalistas que tiene esta banda estaba haciendo playback? ¿O fueron ideas mías? ‘pos así cualquiera , y más si es una banda que se asocia con la palabra fiesta. Palo y a la bolsa, un negocio redondo. Al que no le moleste el abuso de pistas vocales en vivo esto le parecerá algo menor. Al final se puede decir que HOLLYWOOD UNDEAD triunfó en Buenos Aires y dejó una imagen positiva. Bueno, tampoco era tan difícil, ¿no? Dale play y que pase el que sigue.

Entrada al predio por la Av. de la Cruz
Entrada al predio por Av. de la Cruz

14:40 hs. Con una puntualidad impresionante (la cual se repetiría a lo largo del evento con cada una de las bandas) se asomó en la tarima izquierda -el Rockatansky Stage– otra de las debutantes en tierras argentinas: SHINEDOWN. Desde qué aparecieron, todos en traje formal, comenzaron los gritos adolescentes y el llanto de una que otra quinceañera. La agrupación de Florida (USA) se aseguró de dejar todo en el escenario durante la media hora que permaneció allí. Abrieron con “Asking For It” y se pasearon por varios promocionales como “Diamond Eyes”, “Cut The Cord” y “Sound Of Madness” siendo esta última la que cerró su breve show. Brent Smith (vocalista) no paró de interactuar con el público, haciéndolos cantar o repetir frases junto a él, agradeció repetidas veces a quienes se acercaron a verlos y hasta se bajó del escenario y caminó entre en el público para que pudieran tocarlo. La cara de los agentes de seguridad era todo un poema, sin embargo el público se comportó y Smith logró regresar a tarima con vida, punto para los fans. La banda se fue prometiendo regresar al país pero nos dejaron con las ganas de escuchar algo del disco Us and Them. Sigamos.

Qué momento tan raro… HELLYEAH es el presente de la persona que influenció a una generación, nada más ni nada menos que Vinnie Paul (PANTERA). La situación no es ni buena ni mala, más bien es extraña: la influencia para miles de bateristas ahora está tocando a mediatarde en un festival, de relevancia por supuesto, ¿pero este es el mejor destino musical para el grupo? Mientras tanto, “rápido, prolijo y bien”, así fue el lema del festival que hacía que las bandas cumplan con el horario y que el público se mueva de un lado a otro para verlas con la más óptima de las comodidades. HELLYEAH debutaba en Argentina, siendo este un hecho no menor ya que “X” fue un acierto para comenzar y romper el hielo, pero para Vinnie Paul fueron dieciocho años fuera del país, y el público -con el que comparten un mutuo aprecio- se lo hizo notar. ¿Habrá sido por los grandes momentos vividos, por un recuerdo de una generación que jamás se vivió y se buscó experimentar ahora, un canto al presente o una mezcla de algunas de esta situaciones?

No hay tiempo de reflexión, el tiempo es música y “Demons In The Dirt” levanta al público con el gancho de la composición. ¡Muy bien! El sonido en progresivo ordenamiento para que un considerable público se asara al rayo del sol, al son de “Sangre Por Sangre” , con el legendario Chad Gray (voz) cubriendo su cara en pintura color rojo, al mejor estilo de sus años en MUDVAYNE, hipnotizando al público que se meneaba o movía su cabeza ante la performance… eso sí, queda como duda si era por los bajos y el sol que terminó dando golpes de calor o si la gente realmente estaba sumida en la presentación de HELLYEAH. Me arriesgo por la segunda opción. Pasan “Human” y “Say When”, con Chad Gray confesando que “siempre hay tiempo para Slayer” y “el Metal salvó su vida”. Se nota: su performance fue devota hacia la música desde el primer minuto, se podía ver que disfrutaba de su oficio.

El Beer Garden desde adentro
El Beer Garden desde adentro

El cierre con “Hellyeah!” está acompañado de los avisos de Gray ante una vuelta de la banda por estas latitudes, y me juego a que será pronto a juzgar por la cantidad de gente que se acercó al escenario Maximus a las 15:20 hs, con un calor que intimidaba y falta de cercanía con nombres conocidos en el line-up. HELLYEAH pasó de manera veloz en un momento en el que la temperatura de la tarde invitaba a los stands de alimentos para impedir una inminente deshidratación. Vinnie Paul, por su parte, tuvo su momento y las reverencias hacia su persona lo hicieron ir en soledad hacia el frente del escenario; una de las mejores maneras de volver a trabajar en una relación que había perdido algo de contacto.

El Hard Rock seguía siendo protagonista en el Rockatansky Stage, esta vez con una banda de Southern Rock que sabe fusionarlo bien con el Blues: BLACK STONE CHERRY. Los oriundos de Kentucky nos hicieron sentir como en el desierto desde que iniciaron con “Me And Mary Jane”, y si los escuchabas desde la zona del festival donde los moteros exhibían sus atractivas máquinas de dos ruedas, se convertía en una experiencia digna de un capítulo del reality American Chopper. Más aún si le sumamos el sol y el calor veraniego que reinó en este atípico sábado de invierno argentino, el momento daba como para  acostarse en el césped, cerrar los ojos y creerse dentro de una película de acción estadounidense. Todo gracias al sonido tan autóctono de los BLACK STONE. Algunos inconvenientes técnicos le jugaron en contra a la guitarra de Chris Robertson (vocalista y guitarrista líder), sin embargo eso no empaño el buen show que ofrecieron ni el impecable sonido con el que contaron, cerrando por todo lo alto con un cover de “Ace Of Spades” de MOTORHEAD, teniendo como invitado especial a Arejay, baterista de HALESTORM, quien hizo dupla con el baterista John Young para tocar entre los dos el emblemático tema. Dato curioso: El guitarrista Joe Hottinger, de HALESTORM acompañó a la banda con la guitarra rítmica durante todo el set.

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El Maximus Stage desde Sector 26. Algunos guardaban energías mientras tocaban las bandas

SHINEDOWN, BLACK STONE CHERRY y HALESTORM son bandas que se conocen muy bien, giran juntas a menudo y se nota una gran hermandad entre ellas, por lo que su presencia en el Maximus Fest vino prácticamente en combo, de no haber sido así tal vez no habrían estado. Bastaba observar a la mayor parte del público para notar que ninguna de las tres eran atracciones principales, sin embargo los que esperaban poderlas ver en vivo alguna vez, pudieron cumplir su sueño. Fue una sorpresa que HELLYEAH tocara antes que HALESTORM en horario, pero bueno… así fue, quedaba poco tiempo de sol y llegaba el turno de Lzzy y compañía.

 

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Thunder Dome durante el show de ASSPERA

Mientras todas estas bandas hacían de las suyas en el escenario, el Thunder Dome se encargaba de mostrar el talento local y aunque parecía una tarea difícil competir con bandas internacionales, muchos fans mostraron su fidelidad al preferir ver a sus bandas favoritas en este pequeño escenario. La asistencia fue en crecimiento con bandas como SOLAR y BLOODPARADE pero llegó a su pico cuando el turno fue para los siempre bizarros ASSPERA. La legión de la “A” abarrotó el domo y los ásperos ofrecieron un show a casa llena, demostrando por qué cuentan con los seguidores más fieles, cerrando así por todo lo alto el bloque nacional en este primer MAXIMUS FESTIVAL y dando paso a los británicos RAVEN EYE, quienes se encargarían de cerrar este mini-stage que se armó bajo la lona blanca.

El trío no contó con una asistencia masiva pero fueron muchos los que se pasearon por la carpa durante su show y pudieron ser testigos del buen hard rock que trajeron estos ingleses. Con mucha actitud y energía , supieron demostrar de qué están hechos y a pesar de que la voz no se escuchaba al volumen adecuado y no se podían percibir bien las letras, musicalmente fueron una bomba y la muestra era que todo el que iba pasando por el lugar se detenía a mirar quién tocaba y la gran mayoría se quedaba al menos durante un tema completo. Así, con mucha energía y buen rock le decíamos adiós al Thunder Dome y nos íbamos corriendo al Maximus Stage, donde seguían ocurriendo grandes cosas.

Ph: Ivan Pinto
Lzzy Hale (Halestorm)

HALESTORM tuvo la difícil tarea de volver a encender un escenario que un poco antes HELLYEAH había dejado en llamas. Era de esperar que algunos de los que estuvieron durante el show de Chad Grey, Vinnie Paul y compañía ya no estarían para cuando apareció la banda liderada por Lzzy Hale sin embargo ese vacío lo llenaron muchos otros que se acercaron para verlos, la mayoría por primera vez, según la encuesta que hizo la hermosa vocalista al preguntar cuántos de los presentes habían visto a la banda antes. A diferencia de todas las agrupaciones anteriores del cartel, HALESTORM ya había estado en Argentina antes, sin embargo no pareció haber mucha presencia de esos fans en el Maximus.

Lzzy, Arejay, Josh y Joe aparecieron puntualmente a las 16:50 hs y arrancaron con toda la fuerza posible tratando de activar al público presente desde el primer minuto. Temas como “Love Bites (So Do I)” y “Mz Hyde” abrían el set y nos prometían una seguidilla de mucho buen rock. Con la mejor actitud y mucha energía, los ganadores del Grammy estuvieron durante  poco más de 45 minutos sobre el Maximus Stage, y conforme iban pasando los temas se fueron ganando al público. Con “Freak Like Me” la gente se animó a saltar y cantar y ya para el momento de “Mayhem” hacían pogos y saltaban juntos al ritmo de las canciones. No fue la mejor respuesta ya que todo esto ocurría solo entre los que se encontraban más cerca del escenario, pero tomando en cuenta que la mayoría nunca los había visto en vivo -y es posible que ni los conocieran- se podría considerar un éxito para la banda ver tantos rostros de sorpresa luego de la gran demostración que ofrecieron estos chicos, tanto Elizabeth con su increíble voz, como su hermano Arejay en la batería y Joe con la guitarra.

Ph: Ivan Pinto
Halestorm

Antes del cierre, Arejay, quien ya había aparecido como invitado durante el show de BLACK STONE CHERRY, invitó al baterista de dicha banda a acompañarlo durante su solo de batería, devolviendo así el favor del show anterior. La conocida “Miss The Misery”, le dio fin a la gran actuación de los estadounidenses y aunque nos quedó la sensación de que merecieron mayor respaldo del público, estoy seguro que los fans que estuvieron ahí se fueron más que felices tras el show de la siempre sexy Lzzy y toda su tormenta musical. Era momento de volver a moverse y tratar de llegar al Rockatansky Stage. Esta vez fue más difícil porque el campus se iba llenando cada vez más y el desplazamiento entre escenarios se hacía más complicado.

Ph: Ivan Pinto
Matt Tuck (BFMV)

El MAXIMUS FESTIVAL podría dividirse en dos etapas según sus artistas internacionales presentes: la etapa de la nueva generación y la etapa de la vieja. Es curioso ver cómo las nuevas generaciones siempre están abiertas a escuchar todo, sin importar que sea nuevo o viejo, pero muchos de ellos cuando crecen y se convierten en “vieja generación”, ven con recelo lo nuevo para concentrarse solo en las bandas mayores. El limbo de esta separación tenía un nombre: BULLET FOR MY VALENTINE. Esta banda fue una de las que más público convocó de todas las “nuevas” y aunque los más grandes no se quisieron acercar demasiado, pude verlos prestando atención al show de los galeses desde lejos, algunos incluso se entregaron al pogo y al headbangin’ sin importar que para muchos esta sea una banda “para niños”.

En fin, eran las 17:45 y todo estaba listo para que arrancara el último show de la “primera etapa” del festival. BFMV ya decía presente en la tarima amarilla y de principio a fin desataron su furia con un setlist cargado de sus temas más pesados. “No Way Out” fue el arranque perfecto, bajaron un poco el ritmo con “Skin” y posteriormente vino una seguidilla que no dio descanso: “Your Betrayal”, “4 Words”, “You Want A Battle” y “The Last Fight”. Otras piezas poderosas como “Raising Hell”, “Scream Aim Fire” y por su puesto la infaltable “Waking The Demons” formaron parte del set.

Ph: Ivan Pinto
Jamie Mathias (BFMV)

La banda liderada por Matt Tuck ha crecido mucho, no solo en seguidores sino en madurez y en calidad de sonido, su misma imagen lo demuestra, ahora más sobrios y con actitud más adulta, atrás quedaron los años del metalcore colegial y ahora parecen ir cada vez más hacia el Groove metal. Sin duda que la mejor adquisición que han hecho es su bajista Jamie Mathias, quien además de ser un gran músico y tener la mejor energía en tarima, acompaña en coros y estrofas completas a Matt, aliviando un poco su carga vocal. Hace un trabajo muy completo que le ha dado a la banda una mejora notable sobre los escenarios, no en vano fueron invitados a tocar en el Wacken Open Air por primera vez este 2016. Fueron la primera banda del día en hacer encore, por lo que tras la falsa despedida volvieron para “Tears Don’t Fall”, canción que se encargó de cerrar el show y decirle fin a un desfile de agrupaciones que, a excepción de HELLYEAH, forman parte de la nueva generación del Hard Rock mundial.

Ph: Ivan Pinto
David Draiman (Disturbed)

Las 18:50. Era el momento de que rockearan los “adultos”, y lo escribo entre comillas porque no fueron solo ellos, era obvio que los más chicos, los que estuvieron al frente durante cada uno de los shows del día, también disfrutarían de las bandas principales de la fecha, pero para cuando DISTURBED estaba por subirse al escenario ya todos los bebedores y paseadores que habían pasado su tarde en el beer garden o caminando por el predio se acercaban a los escenarios principales. Era la hora de ver lo que todos habían venido a ver.

La banda liderada por David Draiman fue recibida por todo lo alto y no pudieron haber elegido mejor tema para abrir el set que “Ten Thousand Fists”, haciendo que miles de personas que asistieron al MAXIMUS FESTIVAL levantaran su puño en el aire. Clásicos como “Prayer”, “Liberate” y “Stupify” sonaron en la primera mitad del show, avivando las masas que no pararon de saltar y corear los temas más conocidos. Lo que les faltó en fuerza y volumen -para mi gusto- les sobró en actitud y energía. Es destacable que con tan solo una guitarra son capaces de sonar con el poder suficiente para activar a todos los presentes, y ni hablar de Draiman con su actitud sobria e imponente sobre el escenario, demostrando que todavía canta como en sus mejores tiempos.

Ph: Ivan PintoEntre los momentos más destacables estuvo la interpretación de “The Sound of Silence” (original de Simon & Garfunkel) acompañados de una sección de cuerdas, teclado y timbales, así como la seguidilla de covers que comenzó con “I Still Haven’t Found What I’m Looking For” de U2 a dúo con Lzzy Hale y un micrófono que no servía, el clásico “Baba O’Riley” de THE WHO y el contestatario “Killing In The Name” de RATM. No podía faltar el clásico “Voices” y por su puesto el cierre con “Down With The Sickness”, haciendo vibrar a todos los presentes y demostrando por qué eran una de las bandas que encabezaban el cartel de tan esperado evento.

En absoluta discordancia con el “espíritu” del festival aparece MARILYN MANSON. Quedar bien parado era cosa de todos los shows, pero MANSON quería destacarse. Pensé que iba a ser torturado, en el buen sentido, con unas imágenes que se quedarían en mi retina generando macabras elucubraciones. Por el contrario, obtuve una imagen decadente. Con “Angel With Scabbed Wings” aparecía la banda en el escenario y más atrás un señor todo vestido de negro. La gente enloquecía, ahí estaba MM pero algo pasaba, ¿por qué tan desganado el show? Bueno, que no cunda el pánico, los músicos se ven concentrados, algunos enérgicos y MANSON todavía grita, casi como antes, sigamos.

Ph: Ivan PintoBien, el sonido es correcto, pasa “Disposable Teens” y creo que todo va a mejorar mientras veo un MANSON que se tira al suelo a menudo y entra en su papel. Con “No Reflection” el público se sigue animando pero el show parecía igual. Vendría la sorpresa de la noche: el reverendo comienza a cantar “Moonage Daydream” de DAVID BOWIE y de repente suena “mObscene”. Para este momento MM lucía un nuevo vestuario y ahora parecía un mafioso con campera de leopardo, pero acá me di cuenta que esto no tenía arreglo… y eso que un sector de la gente le ponía ganas, la cuestión es que no se sentía ese poder viniendo del escenario, ese que solíamos sentir en el pasado con MARILYN MANSON. La banda mostraba actitud y energía mientras MANSON caminaba de un lado a otro, corría y saltaba, pero esa energía no estaba llegando al público.

“Come on guys, I know you got more than that (Vamos chicos, yo se que tienen más que eso)” le dijo MANSON en una ocasión a la audiencia, y es que a pesar de que se mostró enérgico y no paró de interactuar con la gente y pedirles constantemente que hicieran ruido o cantaran, la lista de temas tuvo poca recepción. Anoten: “Irresponsible Hate Anthem”, “The Dope Show” y “Tourniquet” en una versión… bizarra. Con “Deep Six” CASI se levanta la performance ya que la cuestión se niveló un poco. Creo que la única que se salvó fue “Sweet Dreams”, en la que apareció con zancos y bastones, generando la reacción de un público que finalmente se escuchaba cantando. Luego vendría el momento de quemar biblias con “Cruci-fiction In Space” y el clásico “Coma White” para hacer el encore.

Ph: Ivan PintoSe sentía el calor, se oye un ritmo que despierta a la locura, ¡y el show explota! Sí, en “The Beautiful People” aparece MANSON ataviado con la camiseta de la selección argentina de futbol en cuya espalda se veía el número 10 y su nombre. Acto seguido, el público en pleno se pone a saltar y hacer pogos -finalmente- pero ya era la última canción… un poco tarde. ¿Qué fue esto que pasó recién? MANSON, sabemos que lo intentaste, siempre te recordaremos.

Antes de pasar al final, esto también merece su espacio: no fueron pocas las personas a las que que les tajearon la mochila, tampoco fueron pocos los que vieron sus bolsillos vacíados de manera descarada por parte de individuos de manos rápidas y malos hábitos, así como también pudimos ver trifulcas en el campo por lugares, particularmente yo (Facu) fui acusado de supuesta usurpación de lugar por una “víctima” muy tosca ella en su accionar. Esta mierda no es nueva, jugando con la frase de MANSON, tristemente también es parte de esta escena y el irracionalismo violento que suele invadirnos. Mejor vayamos al plato principal y a los que hicieron valer la entrada.

Pasaron seis años desde que RAMMSTEIN se presentó por última vez en Argentina. Los cambios que surgieron entre el año 2010 y la actualidad son tediosos de enumerar, pero no es descabellado afirmar que se ha cambiado, o más bien radicalizado, la comunicación y el hype ante un evento cultural; por otro lado, la ansiedad acumulada por los que ya vieron a la banda hace seis años – y tienen un apetito voraz por repetir la experiencia – y los que no lo hicieron, coincide en la necesidad imperiosa de someterse a una de las performances más espectaculares de la música pesada contemporánea. El escenario Rockatansky estaba casi vacío y la multitud se trasladó hacia el privilegiado escenario Maximus. El que no encontró su ubicación y quedó en el escenario Rockatansky se tendría que conformar con ver desde las pantallas o desde muy a la distancia, como era el caso de los que estuvieron en el Maximus Lounge.

Ph: Ivan Pinto
Rammstein

Por primera vez un telón negro ocultaba lo que pasaba en el escenario, un telón que a su vez mostraba un gran “8”. En realidad era la pantalla sobre la que se realizaría el conteo regresivo que servía de previa al increíble espectáculo que estábamos por presenciar. Con un sombrero que hacía parecer que tenía los ojos vendados, el tecladista Christian Lorenz fue el primero en aparecer en tarima con las primeras notas de “Ramm 4”. Uno a uno fueron apareciendo los demás, siendo lo más destacado la manera en la que los guitarristas Richard y Paul descendieron desde el techo, ambos sobre plataformas que anteriormente parecían servir solo para la iluminación. “Vamos Buenos Aires Carajo” fue lo primero que le dijo Till Lindemann al público, tras su aparición en tarima con traje completamente blanco y un sombrero que al lanzarlo al aire explotaría como una bomba. Esa explosión era solo el inicio, lo que vendría era un verdadero despliegue de pirotecnia y amor por el fuego.

Ph: Ivan Pinto
Rammstein

Juegos de luces, re-arreglos de escenario, humo, explosiones, llamaradas, actos teatrales y perfecta ejecución musical son tan solo algunas de las características que podemos destacar del imponente show de los alemanes. Sus entregados fans no pararon de saltar desde el primer tema pero por momentos no se sabía si seguir saltando y hacer pogo o detenerse a observar con detenimiento cada detalle que ocurría en el escenario y fuera de el. Si bien el fuego fue la constante durante todo el espectáculo, con “Feuer frei!”  llegó uno de los momentos más recordados, cuando cada uno de los guitarristas y el propio Till aparecieron con una máscara, a través de la cual escupían fuego literalmente mientras tocaban y cantaban, fue aquí el primer momento en que el público pudo realmente sentir cómo el calor de las llamas le doraba la piel. Posteriormente vendrían otros en los que saldría fuego de arriba, de abajo, de los lados e incluso entre el público, como fue el caso de “Du Hast”, en el que Till disparó fuegos artificiales y activó una llamarada que viajó ida y vuelta hasta la torre de sonido, ocasionando otra gran llamarada en el centro del MAXIMUS FESTIVAL. Para este momento no quedaba nadie que no hubiese sentido en carne propia el calor del infierno que RAMMSTEIN ofrece.

Con “Ich To Dir Weh” ocurrió la mayor escena de actuación. Al inicio las explosiones en tarima combinadas con fuegos artificiales que salían desde atrás hacían creer que los cohetes estaban atravesando el techo del escenario, pero mientras el tema iba transcurriendo, el staff traía una tina en la que Till obligó a Richard (vestido de traje naranja) a meterse. Una de las plataformas donde bajaron los guitarristas le servía ahora a Till para subir y desde las alturas vaciar el explosivo contenido de un termo sobre la tina donde se encontraba la víctima. Las señales indicaban que había muerto, pero minutos después resurgiría un nuevo Richard, esta vez vestido con traje escarchado y bastante aturdido.

Ph: Ivan Pinto
Till Lindemann (Rammstein)

Fueron muchos los clásicos que se pudieron escuchar antes del primer encore. Aparte de los ya nombrados, destacaron también “Du Riechst So Gut”, “Ich Will”, “Seemann” y “Mein Herz Brennt” (en esta última me quedé con las ganas de escuchar el “solo” de guitarra)con los que iba aumentando la pasión de los presentes. El despliegue escenográfico, al mismo tiempo, era cada vez más asombroso. “Du Hast” y el cover “Stripped” (original de DEPECHE MODE) hicieron creer que todo había terminado, pero tras este primer encore volvieron con tres infaltables: “Sonne”, “Amerika” y “Engel”. En esta última Till mostró sus alas de fuego, las cuales lo elevaron unos cuantos metros sobre el escenario para el delirio del público.

Todo parecía haber acabado, la banda agradecía -a su sobria manera- frente al escenario y algunos ya comenzaban a buscar cómo salir del predio pero habría más. El público pedía “Te Quiero Puta” y fue complacido. La banda volvió para interpretar el polémico tema en el que quienes cantaron fueron los presentes. La única canción que ha grabado RAMMSTEIN en español se escuchó en toda la Ciudad del Rock y sus alrededores y aunque fue la que menos “show” tuvo, a juzgar por la recepción del público se podría decir que este fue el clímax de todo el recital. Como es costumbre, lo mejor para el final.

Anécdota: Durante “Links 2 3 4” se repitió la escena de los músicos que producían llamas  pero esta vez las llamaradas salían de las guitarras de Paul y Richard, no de sus bocas como en “Feuer Frei!”. En una de esas ocasiones Till se vio amenazado por las llamas de Paul y se le vio reclamándole seriamente al respecto. Al principio pensé que podría ser parte de la actuación, ya que si algo tienen los conciertos de RAMMSTEIN es actuación y sobretodo seguridad para poder desarrollar tan peligroso despliegue, pero luego del papelón que hizo la seguridad de tarima (y de la propia banda) al permitir que un fanático se subiera al escenario y abrazara a Till durante “Sonne”, arriesgando su vida y la de los músicos -entrar ahí es entrar literalmente a un horno del que salen llamas de cualquier parte- no me quedó duda de que lo anterior entre Paul y Till si pudo haber sido un accidente y es que hasta en los equipos más perfectos, pueden ocurrir imprevistos. Por fortuna no hubo nada que lamentar.

El caluroso sábado 10 de Septiembre terminó por todo lo alto, con un show que dejó personas llorando de la emoción y algunos que caminaban en shock tras lo vivido, un espectáculo que quedará en la memoria de todos los presentes como algo difícil de superar, y sin menospreciar al resto de las bandas, todo esto es gran responsabilidad de RAMMSTEIN y su show. Claro, el resto de las bandas no contó con “todos los juguetes” que tenía el escenario a disposición, juguetes que estaban reservados para los principales de la noche, pero a estas alturas no queda duda que los alemanes están donde están por algo, y es por la calidad de su show, es lógico que no quieran arriesgarse a que algo falle y por eso nadie puede tocar sus equipos.

El MAXIMUS FESTIVAL puede haber sido lo más parecido a un Open Air europeo que haya vivido la Argentina metalera de esta generación (existen otros eventos, como el Lollapalooza, pero no están orientados a ese público) y para ser el primero que se hace, fue un rotundo éxito, bastaba observar las caras de los asistentes al salir y escuchar sus comentarios deseosos de que ya se haga una segunda edición. Para quienes desean artistas más “clásicos” en un próximo line-up, deben saber que la intención del festival es crear un espacio de rock pesado para la juventud, así que en lugar de pujar por artistas legendarios (que seguro habrá un par como cabezas de cartel) será mejor que se vayan actualizando con lo que está sonando hoy en día en el mundo del hard rock y el metal porque es probable que, de haber una segunda edición, venga por la misma línea. La organización (Move Concerts, antiguamente conocidos como Evenpro) apostó a ganador y a placé con la realización del mismo evento en Brasil y Argentina, y estamos seguros que la apuesta dió buenos dividendos. Habemus Maximus para rato y Argentina demostró con su asistencia que está más que lista para recibir eventos de esta magnitud.

Frank Hernández
Director en Rocktambulos
Escucho más de lo que veo y escribo más de lo que leo.
Periodista musical. Radio Host. Colaborador en Billboard y Rockaxis. Fundador de Rocktambulos
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Las crónicas de HOLLYWOOD UNDEAD, HELLYEAH y MARILYN MANSON fueron escritas por FACUNDO GUADAGNO, al igual que la introducción.

Aclaratoria: Las fotos de agrupaciones utilizadas en este artículo son cortesía de Ivan Pinto. Lamentablemente no contamos con acreditación de fotógrafo, nos disculpamos por no poder ofrecerles una galería completa con todas las bandas presentes en el festival.

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