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Héroes y Villanos: QUEENS OF THE STONE AGE Hizo Bailar Sólo A La Mitad De Su Público Argentino

Ufff -se seca el sudor de la frente con un pañuelo-…¡pero que reseña complicada de hacer la que tengo entre manos! El título elegido para esta crónica lo dice todo. Ok, vamos al grano. QUEENS OF THE STONE AGE se presentó el pasado 7 de Marzo por 5ta vez en suelo argentino, esta vez en el marco de una gira compartida con otros amigos de la casa, FOO FIGHTERS. Las expectativas para el evento realizado en el estadio de Vélez Sarsfield eran muy altas; no todos los días tenemos en nuestros pagos a 2 de las bandas más relevantes del rock actual, juntas, y con recientes placas muy bien recibidas bajo su brazo (Villains por lo primeros, y Concrete and Gold por los segundos, ambos del año pasado). Pero como dije al inicio, va a ser una reseña complicada porque me encuentro internamente dividido acerca de en qué enfocarme prioritariamente sobre el show de QOTSA.

Para leer nuestra reseña del show de FOO FIGHTERS entra acá

Por un lado tenemos su actuación propiamente dicha, y por el otro, la organización de DF Entertainment y el mal sabor que dejó en los amantes de la banda liderada por Josh Homme. Puedo hacer el mayor esfuerzo por ser imparcial, sostenerme en los hechos y, obviamente, en mi juicio personal constructivo… o tal vez no, y sacar a relucir mi remera que dice “bad motherfucker” mientras escribo estas líneas. No one knows…(sí, uso las canciones de la banda como guiño. #EscritorProfesional).

Esto fue lo que ocurrió: *agarra el control remoto y acelera el desarrollo*

…por estas razones, en resumidas palabras, QOTSA fueron los héroes…y ya sabemos quienes fueron los villanos (les da un correctivo con el diario enrollado).

Okay, bueno, no, vuelvan. Rebobinemos y vayamos por partes.

Los locales COYA fueron los encargados de abrir la fecha, empezando su show a las 18:30. Fueron pocos los privilegiados que pudieron verlos porque las puertas se abrieron tarde. Uno pensaría que si la primera banda toca a una determinada hora, las puertas deben abrirse 2 horas antes para un ingreso ordenado ¿no? No fue la ocasión.

Foto tomada por Trigo Gerardi

Quien les escribe tuvo la suerte, e inocencia, de llegar una hora antes de las 19:30, hora pactada para el show de los oriundos de Palm Desert, California, y muy tranquilo se ubicó en su lugar en la Platea, lo cual parece haberlo salvado de la pesadilla que fue hacer la fila de gente que ingresaba al Campo. Una única puerta permitía el ingreso de miles y miles de personas, desde la calle a dicha sección del estadio, muchas de las cuales llegaron muy sobre la hora debido a sus respectivas responsabilidades laborales. Después de todo se trató de un día de semana. Otros, sin embargo, vieron sus intentos de anticipación -algunos claman haber estado 3 o más horas antes- esfumarse lenta y desesperadamente mientras el reloj avanzaba, “estáticamente” proporcional a la fila. Siendo una persona ansiosa y fácil al enojo, no entiendo como el público qotsatero (creo que acabo de inventar esta palabra…#PatentePendiente.) no tomó los tridentes y antorchas para convertirse en una turba iracunda, y tomar por asalto la entrada del estadio. No necesariamente es un llamado a la batalla campal, sino más bien para destacar que las personas en la fila hayan mantenido la cordura. No debió haber sido nada sencillo mantener los nervios a raya.

Foto tomada por Adrián Bass

Adentro, los afortunados vimos el escenario prepararse para la inminente llegada del Colorado y su séquito. “Walk the Night” de los SKATT BROS empezó a sonar los altavoces y probó ser la intro ideal para ir a la par del estilo bailable al que la agrupación se volcó en su último lanzamiento. Con un vestuario más que cuidado y elegante, fueron saliendo los músicos. John Theodore ocupó su puesto en la batería, Dean Fertita en los teclados/sintetizadores, Michael Shuman en el bajo, y Troy Van Leeuwen en una de las guitarras. Por último, el hombre que con su sola presencia me sacó una sonrisa de oreja a oreja: Joshua Homme (nota curiosa: se pronuncia “jomi”…mind blown).

Caminando con mucha actitud, el Colo tomó su lugar y de la mano de “My God Is The Sun” dieron comienzo a su set. La conexión con el público argentino es preciosa. Desde el minuto cero hay una entrega sin restricciones de parte de una audiencia que no paró de corear, ni de saltar, ni de bailar, ni de poguear…-voy a seguir agregando “ni’s” a la lista, como quien no sabe escribir- ni de disfrutar, ni de vivir plenamente música que claramente le llega al alma. Mientras tanto pasan hits como “Burn the Witch”, “In My Head” y “Little Sister”, mechados con temas más nuevos como “Smooth Sailing” y “If I Had A Tail”. No, no me olvidé del material de Villains. De hecho, la 4ta canción del setlist fue “Feet Don’t Fail Me”, su track apertura…la cual me dejó rascándome la cabeza sobre por qué no usarla como inicio del show en sí. Simplemente me parece una oportunidad desaprovechada considerando el genial in-crescendo que posee. De dicho lanzamiento también fueron de la partida “The Way You Used To Do”, “Domesticated Animals” y “The Devil Has Landed”

Foto tomada por Adrián Bass

Como envidio a los que estuvieron en el campo cuando este se convirtió en una pista de baile en la mencionada “The Way You…”. Parecía que en la Platea no había muchos fans de QUEENS, o de bailar al menos. Aunque si hablamos de ese sentimiento, también envidié un poco a quienes pudieron disfrutar de “Make It Wit Chu” con su pareja, oficial, no oficial, improvisada, etc. En un lugar tan mágico como puede ser un recital, baladas tan hermosas como esta sólo hacen más eterno el momento. Me extrañó que Josh no haga algún pícaro llamado a expresarse cariño entre los presentes.

Pese a la conexión entre banda y público, no fueron tantas las interacciones de Homme, o al menos no lo sentí. Fueron más bien breves intercambios de aprecio y respeto, con mucho cántico y agradecimientos. Sí me quedó grabado un bonito mensaje dicho por el cantante, que decía: “En la vida no podemos controlar nada, salvo el elegir dejar las cosas ir”. Si sufrís ansiedad, es un gran consejo a seguir, y si te lo dice tu ídolo, mejor. Lo hace más humano. Tampoco hace falta un graduado en psicología para dar con esa realización, pero lo importante es que el mensaje haya llegado a la mayor cantidad posible.

Foto tomada por Juan Patricio Fretes

Volviendo al concierto, aunque la lista de temas haya estado centrada en la etapa menos agresiva de la banda, hubo un pequeño espacio para algunas demostraciones del viejo sonido de la banda. “Sick, Sick, Sick”, “You Think I Ain’t Worth a Dollar, But I Feel Like a Millionaire” -te quedaste sin aire antes de terminar de decirlo- y “A Song For The Dead” fueron un breve vistazo a su vena más distorsionada. Con esta última se encargaron de cerrar un show impecable desde la selección de canciones (aunque no hubiera molestado algo de Rated R (2000), ignorado olímpicamente) y lo visual, con unas pantallas que jugaron con infinidad de efectos hipnóticos, trascendiendo la simple filmación de lo que sucedía sobre el escenario.

El sonido fue una caja de bombones según la ubicación del estadio, lo cual es algo lamentable. Mientras en algunas plateas se escuchó con increíble nitidez -a pesar de algún viento cruzado que distorsionaba- en distintas partes del campo se percibió con distintos grados de definición. O no se hacen los tratamientos necesarios, o no son suficientes.

Muchos fueron los que, descontentos con su participación en esta fecha compartida -al igual que en su momento fueron mal vistas su participación en festivales-, añoraron la visita anterior en el 2014, en el Luna Park, donde QUEENS tocó solo. Definitivamente el grupo tiene la demanda como para ser los anfitriones de su propio evento. ¡Pero esa demanda tiene que poder entrar al estadio a tiempo! Como clientes que pagan una dada cantidad de dinero por un servicio (más aún en un país cuya economía implica hacer un importante sacrificio a la hora de comprar entradas), se espera mucho más de quienes se jactan de ser una empresa “líder”. Y aunque uno la pueda pasar bien, deja un sabor amargo saber que otros no tuvieron la misma experiencia. No confundir con “la misma suerte”, porque estos eventos no deberían estar librados a la suerte, sino al compromiso, al profesionalismo y a la calidad, lo que incluye también hacerse cargo de los errores. Lo del 7 de Marzo brilló por la ausencia, parcial de algunas, completa de otras, de dichas cualidades.

Ahora sí:

…por estas razones, en resumidas palabras, QUEENS OF THE STONE AGE sí se merece las loas porque ellos sí fueron los héroes.

…no hace falta decir quiénes fueron los villanos. -Deja caer el micrófono-.

Roger Alan Provan
Colaborador en Rocktambulos
La música, sin importar el género, popularidad, año o país de origen, tiene una chance en mis oídos. En ella encuentro mi camino.
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Todas las fotos aquí utilizadas y sus derechos, pertenecen a sus respectivos autores

4 comentarios en “Héroes y Villanos: QUEENS OF THE STONE AGE Hizo Bailar Sólo A La Mitad De Su Público Argentino

  1. Yo sigo la banda desde los 12 años , tengo casi 26… Nunca pude ir a verlos. Está vez sacamos con mí novio las entradas ni bien arranco la preventa. El salió antes del trabajo y se pidió las vacaciones para poder ir a verlos tranquilo, imagínate llegar más de una hora y media antes del show y tener que comernos una fila de 2 horas y media, no llegamos a ver ni dos vueltas de acorde… Las entradas carisimas, todo el tiempo de espera al pedo. Los re banco a los Foo, dieron uno de los mejores shows que vi en mí vida. Pero me perdí a mis ídolos y quién sabe cuanto tenga que esperar para verlos… Hay gente que no pudo entrar ni para ver a los Foo a tiempo y se volvió a su casa. Una mierda.